TIPOS DE BRUXISMO
Bruxismo de apretamiento: Se produce por
apretar los dientes en una posición determinada mientras hay contracción
muscular; no produce desgaste de los dientes.
Bruxismo de frotamiento: En este caso sí hay desgaste de
los dientes, el paciente los fricciona produciendo contracción y relajamiento
de los músculos en forma alternada.
Bruxismo diurno: Puede ser de apretamiento o
friccionamiento, a veces inconsciente pero generalmente consciente. Se
relaciona con hábitos como morderse los labios, comerse las uñas, entre otros.
Bruxismo nocturno: Es aquel que se presenta en el sueño.
Puede ser de apretamiento o frotamiento. En este caso se presenta cansancio
muscular al despertar.
Bruxismo diurno y nocturno: Se da en pacientes crónicos que
bruxan constantemente.
SÍNTOMAS DEL BRUXISMO
1) Cansancio de los músculos de masticación, debido a
la hiperactividad muscular.
2) Desgaste de los dientes, con superficies desgastadas
y daños en el esmalte, que expone la parte interna del diente (dentina) y
provoca la sensibilidad.
3) Las fracturas dentarias también son consecuencia del
desgaste, ya que los dientes serán cada vez más susceptibles a las
descargas de fuerza durante el bruxismo. Incluso pueden presentarse problemas
con la articulación de la mandíbula, y puede disminuir la apertura bucal
(llamado trismus).
4) Los dolores de cabeza, cuello y hombros son también
comunes, asimismo la inflamación de los músculos y articulaciones en las
sienes, cara y nuca, que provocan contracturas.
5) Otro problema son los daños en la parte interior de la
mejilla y la lengua, así como también el insomnio, ya que el rechinamiento
y el dolor suelen despertar al paciente. Algunas veces el bruxismo severo puede
ser escuchado por la persona que comparte la cama con el/la bruxómano/a e interferir
con sus patrones de sueño.
CAUSAS PSICOLÓGICAS DEL BRUXISMO
Una vez detectados los síntomas, ¿cuáles son sus causas? Se
piensa que existen numerosos factores emocionales y físicos que contribuyen a
desarrollar esta actividad neuro-muscular. Algunos de estos factores son
el estrés, los desordenes del sueño, mordidas
inestables, malas posiciones dentarias y la ausencia de dientes.
El bruxismo tiene un fuerte componente psicosomático, puede
ser definido como una descarga del estrés, la tensión y la ansiedad que
provocan las preocupaciones de la vida cotidiana: el trabajo, la pareja,
la familia, la situación económica y demás. También el
tipo de personalidad puede influir, ya que suele afectar a las personas que
experimentan tensión nerviosa, ira, dolor o frustración frecuentes
y a las personas demasiado competitivas o con tendencias agresivas.
TRATAMIENTOS EFECTIVOS
Los expertos coinciden en que el tratamiento del bruxismo debe
ser integral y multidisciplinario entre el odontólogo y el psicólogo.
Antes de iniciarlo, se debe tener en claro cuál es la causa del trastorno; que
será determinada por el odontólogo según cada caso en particular.
Tratamiento odontológico: Algunas personas pueden
beneficiarse con un ajuste oclusal o patrón de mordida, se tallan entonces los
lugares que puedan estar generando un mal acople entre los dientes. El
tratamiento puede también incluir la remoción de contactos nocivos entre
algunas piezas dentarias para estabilizar la mordida. En los casos en que el
bruxismo es tan severo que causa daños a los dientes, se puede ayudar a la
persona con una férula o protector dental (una placa de acrílico, de 2 o 3
milímetros de espesor) que evita que los dientes superiores e inferiores se
contacten entre sí durante los períodos de bruxismo nocturno.
Tratamiento psicológico: Las personas que
tienen dificultad en controlar el estrés necesitarán la ayuda de psicólogos y
profesionales afines quienes tratarán las causas psico-emocionales, a través de
un cambio de actitud ante los problemas que los aquejan. La psicoterapia
es una de las mejores opciones.