El lenguaje corporal refiere todas nuestras expresiones a través de los movimientos,
posturas o gestos que se hagan con las diferentes partes del cuerpo. La ciencia que
estudia el lenguaje corporal se conoce como: Kinésica o Quinésica y lo que hace es estudiar el significado
expresivo o comunicativo de los gestos y movimientos corporales percibidos por
los sentidos visual, auditivo o táctil de acuerdo a la situación.
La comunicación es una
parte esencial en todos los aspectos de la vida diaria y es un requisito
fundamental para el éxito en las relaciones de pareja. Muchos
de los fracasos a nivel sentimental, laboral o social se deben en ocasiones a la poca capacidad de expresión.
Saber comunicarse de manera
correcta y efectiva es básico para evitar malos entendidos y lograr que el
mensaje que se desea expresar se transmita correctamente y quien lo escuche lo
entienda según la intención que usted desea comunicar.
Lograr una comunicación efectiva es necesario para
obtener la respuesta deseada por parte de quién nos escucha.
Las personas somos comunicativas, o mejor dicho:
sensitivas. La mayoría del tiempo lo pasamos comunicándonos y, el resto,
pensando en nuestras acciones.
Exponemos las partes más importantes del lenguaje
no verbal, por orden de importancia:
La mirada
Dicen que los ojos son el espejo del alma. El ojo está conectado directamente al cerebro a través del nervio óptico. Toda reacción mental, conlleva una reacción ocular. Por lo tanto, una persona que mira fijamente significa que tiene un denotado interés en su objetivo. Si a esta mirada se le une tener las pupilas dilatadas, una leve sonrisa y un ‘aleteo’ de las pestañas, estamos ante un factor de interés demoledor.
Dicen que los ojos son el espejo del alma. El ojo está conectado directamente al cerebro a través del nervio óptico. Toda reacción mental, conlleva una reacción ocular. Por lo tanto, una persona que mira fijamente significa que tiene un denotado interés en su objetivo. Si a esta mirada se le une tener las pupilas dilatadas, una leve sonrisa y un ‘aleteo’ de las pestañas, estamos ante un factor de interés demoledor.
La
cabeza con respecto al cuerpo
La cabeza es el núcleo de los sentidos al que enfocar su atención. El movimiento de nuestra cabeza es realmente interesante, ya que PUEDE NO QUERER demostrar atención y estar su cuerpo orientado hacia nosotros. Por ejemplo, una mujer o un hombre que mira hacia un lado pero su cuerpo está enfocado hacia ti, apuntándote uno de sus pies (precisamente a ti, entre un grupo de amigos), significa que le gustas tú. Es el cuerpo el que DIRIGE la atención.
La cabeza es el núcleo de los sentidos al que enfocar su atención. El movimiento de nuestra cabeza es realmente interesante, ya que PUEDE NO QUERER demostrar atención y estar su cuerpo orientado hacia nosotros. Por ejemplo, una mujer o un hombre que mira hacia un lado pero su cuerpo está enfocado hacia ti, apuntándote uno de sus pies (precisamente a ti, entre un grupo de amigos), significa que le gustas tú. Es el cuerpo el que DIRIGE la atención.
La
cabeza puede acompañarlo o rechazarlo. Puede que su cabeza esté ladeada, pero
si su cuerpo se dirige hacia ti, buena señal. Asimismo, este efecto se refuerza
si la persona ladea su cabeza ligeramente.
El pelo muestra el marco de la cara y es la absoluta carta de presentación de la mayoría de las personas (excepto de las que son calvas, que suelen desarrollar rápidamente otros atributos como la mirada). Muchas veces te habrás dejado impresionar por una persona con un pelo fantástico. ¿Sería tan guapa/o sin el pelo? Si la persona que tienes delante se toca el pelo, se lo riza entre los dedos o tira de él ligeramente mientras habla contigo, denota un evidente interés hacia su interlocutor.
El mejor ejemplo es el de los bebés. Para ellos las manos lo son todo. Tocan las superficies, las utilizan para llevarse cosas a la boca, te apartan la cara si les molestas, les sirven para gatear...
Los
adultos mostramos signos evidentes heredados de nuestra infancia. Por ejemplo,
los movimientos de las muñecas son muy positivos, sobre todo si muestran las
palmas de las manos boca arriba. Si una de sus manos toca o está próxima a su
pecho, juega con el collar o mira la hora cuando pasas cerca de ella, si te
toca levemente... todo demuestra la necesidad de ENSEÑARTE las manos.
Inconscientemente te quiere hacer ver que no oculta nada agresivo en ellas y
que quiere dejarse seducir.
La boca
Es nuestro elemento más sensual del rostro, junto con la forma que define sus comisuras: los pómulos. Los labios son, sin duda, el objeto de deseo de cualquier persona con sólo mirar unos segundos a alguien atractivo.
Es nuestro elemento más sensual del rostro, junto con la forma que define sus comisuras: los pómulos. Los labios son, sin duda, el objeto de deseo de cualquier persona con sólo mirar unos segundos a alguien atractivo.
Deberás fijarte si esa persona humedece sus labios,
si sonríe y muestra sus dientes, si se muerde los labios...todo ello son signos
de interés. Si muerde sus dedos o juega con sus uñas representa un evidente
signo de contención, algo así como desear algo que todavía no tiene.
La voz
Arma ineludible en la seducción. Si la persona con la que hablas adecua el volumen al tuyo, se genera un equilibrio que hace prosperar la comunicación íntima entre los amantes. Si aumenta la velocidad a la que habla (y luego se frena) o se ríe a la vez que tú, son factores que debes saber percibir y anotar. No te limites a hablar: atiende CÓMO habla. También si esa persona sólo te habla a ti, estando en un grupo o habla mucha gente y cuando tú hablas ella sólo escucha tu comentario o proposición.
Arma ineludible en la seducción. Si la persona con la que hablas adecua el volumen al tuyo, se genera un equilibrio que hace prosperar la comunicación íntima entre los amantes. Si aumenta la velocidad a la que habla (y luego se frena) o se ríe a la vez que tú, son factores que debes saber percibir y anotar. No te limites a hablar: atiende CÓMO habla. También si esa persona sólo te habla a ti, estando en un grupo o habla mucha gente y cuando tú hablas ella sólo escucha tu comentario o proposición.
La ropa
Muchas personas utilizan la ropa para ocultar sus defectos o resaltarlos. Lucir algo que les guste es importante, retocarlo ante alguien que les gusta, un buen signo de atracción.
Muchas personas utilizan la ropa para ocultar sus defectos o resaltarlos. Lucir algo que les guste es importante, retocarlo ante alguien que les gusta, un buen signo de atracción.
Si la persona se sienta con las piernas separadas
es que te está invitando a entrar en su espacio. Si toca con sus piernas las
patas de la mesa o el pie de la pierna que ha quedado cruzada sobre la otra
apunta hacia ti es una buena señal.
He aquí una lista de situaciones con las que
puedes poner a prueba los conocimientos generales que has aprendido:
• Si se acaricia la barbilla... está tomando una
decisión.
• Si entrelaza los dedos... siente que tiene autoridad sobre un determinado asunto.
• Si entrelaza los dedos... siente que tiene autoridad sobre un determinado asunto.
• Si se
da un tirón a la oreja... siente inseguridad.
• Si
mira hacia abajo... puede que no esté creyendo lo que escucha.
• Si se
frota las manos... quizá se sienta impaciente por algo.
• Si se
aprieta la nariz... está evaluando negativamente algo.
• Si se
golpea los dedos y los nudillos... tiene prisa por irse o hacer algo.
• Si se
sienta y se agarra la cabeza con las manos... siente seguridad.
• Si
inclina la cabeza hacia ti... tiene mucho interés.
• Si
tiene las palmas de las manos abiertas... es sincera y está confiada contigo.
• Si
camina erguida... muestra confianza en sí misma.
• Si se
queda de pie con las manos en sus caderas... está dispuesta a hacer algo,
ponerse a trabajar seriamente.
• Si
juega con su pelo... le falta confianza, siente inseguridad... quizás le
intimidas.
• Si se
come las uñas... puede ser un hábito pero siempre asociado a inseguridad y
nervios.
• Si
pone la cabeza entre sus manos o mira al suelo... aburrimiento.
• Si
pone juntos los tobillos... tiene miedo de algo.
• Si se
agarra las manos por la espalda... está cabreada, tiene miedo o está frustrada.
• Si se
sienta, cruza las piernas y balancea el pie... excepto si no lo hace en tu
dirección, se aburre.
• Si
cruza los brazos a la altura del pecho... actitud defensiva.
• Si
camina con las manos en los bolsillos o con los hombros encorvados... tiene
bajo el ánimo.
• Si se
pone las manos en las mejillas al sentarse... evalúa lo que tiene delante.
• Si se
frota un ojo mientras le cuentas algo... duda de tu palabra.
• Y...
si se toca la nariz... rechaza algo que oye o que ella misma cuenta (miente).
¿Qué gestos provocan rechazo?
- Un claro ejemplo es que la otra persona te preste atención con su cuerpo, sin enfocarlo a ti.
- Que al mirarte no baje la mirada sino que mire hacia otro lado.
- Que al ver a esa persona no cambie en absoluto su postura.
- Si sus ojos no muestran énfasis, sus cejas están quietas y su rostro no denota expresividad, son signos de total falta de interés.
Respecto a su cuerpo, hay que observar si no ladea
la cabeza, ni se arregla la ropa y los hombros, en lugar de sacar pecho, los
hunde ligeramente como encorvándose. Normalmente es un claro rechazo a lo que
tiene delante.
Si analizas estas señales te irás dando cuenta que
bajo una conversación entre una persona y tú subyace toda una serie
comunicativa que representa el 80 por ciento de lo que realmente se está
hablando.
Tel 91 555 40 77